Written by 1:48 am Análisis

Pasando balance al 2022

De cara al nuevo año que se aproxima, es inevitable destacar que el 2022 ha sido de grandes retos e…

Tras las festividades de Navidad, es oportuno pasar balance y reflexionar sobre aquellos eventos relevantes que se registraron a nivel global en este 2022, los cuales han tenido importantes repercusiones para la humanidad.

En tal sentido, citamos los efectos del Covid-19, que todavía continúan sintiéndose. Los casos de contagio y decesos están a la baja en muchos países, como es el caso de la República Dominicana; pero en otros, como China, la situación se torna crítica y por eso las autoridades gubernamentales mantienen las medidas restrictivas de distanciamiento social, tras reportes del agravamiento sintomático de la enfermedad, algo que incluso preocupa a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que atribuyó la problemática a la baja tasa de vacunación entre la población, además de que el país asiático no ha sido muy transparente a la hora de abordar todo lo relacionado a la pandemia.

Concomitantemente, las economías se reactivaron tras el letargo provocado por la pandemia en los dos años anteriores, aunque los organismos multilaterales y regionales que monitorean el tema revaloraron las proyecciones de crecimiento. De acuerdo al pronóstico del Fondo Monetario Internacional (FMI), el crecimiento mundial se desacelerará de 6,0 % en 2021, a 3,2 % en 2022, siendo el crecimiento más flojo desde 2001; mientras que, la inflación mundial pasaría de 4,7 % en 2021, a 8,8 % en 2022, estimaciones con las que coincide la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

En lo referente a la República Dominicana, su crecimiento es sostenido y la economía estable, aunque también ha sentido los embates de este complejo panorama externo, que ha sido amortiguado por las medidas adoptadas por el Gobierno Central, destacándose el subsidio a los precios de todos los combustibles, con un costo estimado de RD$1,355 millones a junio de este aňo; con la promulgación de la Ley de Tasa Cero, orientada a liberar de impuestos a la importación de 67 productos de consumo masivo durante 6 meses; el apoyo a través de las ferias y mercados populares a cargo del Instituto Nacional de Estabilización de Precios (INESPRE) y la labor de los programas sociales.

El país exhibió una tasa cambiaria estable, y en contraste, el incremento en varias ocasiones de la Tasa de Política Monetaria, como efecto directo de las medidas que en ese sentido fueron tomadas por la Reserva Federal de los Estados Unidos, a raíz de factores geopolíticos, económicos y sanitario que han marcado el curso del aňo.

Y como ejemplo se cita el conflicto bélico ruso ucraniano, creando tensiones geopolíticas y reflejándose perniciosamente en los precios de muchas materias primas, con su efecto dominó en los precios de los bienes y servicios, traduciéndose esto en los índices inflacionarios que se registran en distintos países.

Desde otra perspectiva, se hace una sinopsis de algunos eventos políticos importantes, como son; el fallecimiento de la reina Isabel II y la posterior llegada al trono de su hijo Carlos, que al poco tiempo tuvo que enfrentar una crisis política cuyo punto de algidez provocó la dimisión de la primera ministra Liz Truss y varios funcionarios de áreas estratégicas, dando paso a la conformación de un nuevo gabinete ministerial; las tensiones geopolíticas entre China y Taiwán, que aumentaron luego de la visita a este último país de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi; y por otro lado, el ataque con misiles entre Corea del Norte y Corea del Sur; así como la agresión perpetrada por Corea del Norte contra prefecturas (provincias) japonesas. El conflicto territorial entre Israel y Palestina también tuvo nuevos capítulos.

Se trae a colación por igual, el interés de China y Rusia de aumentar su presencia e incidencia en Latinoamérica, por la cantidad de recursos estratégicos de que dispone y porque varios expertos coinciden en que es una región que tiene mucho que ofrecer y que estará en constante crecimiento.

En otro tenor, fueron de mucho tratamiento mediático las elecciones de medio tiempo en Estados Unidos, generando una redistribución del poder político entre los partidos Demócrata y Republicano; el triunfo electoral de Gabriel Boric en Chile, Gustavo Petro en Colombia y Lula da Silva en Brasil (asumirá el primero de enero de 2023), aumentando la incidencia de la izquierda en Latinoamérica. En el caso de los dos primeros, enfrentaron importantes manifestaciones sociales, por sus iniciativas de reformas tributaria (Colombia) y de modificación constitucional (Chile).

Los gobiernos de Colombia y Venezuela retomaron las relaciones bilaterales; y Boric buscó un acercamiento con México en una visita oficial. De su lado, el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, anunció sus aprestos reeleccionistas, a pesar de las limitantes constitucionales, aunque amparado en sus amplios niveles de aprobación, por como ha enfrentado la delincuencia organizada (las maras), que está siendo neutralizada.

A propósito del tema, la violencia, la delincuencia y la criminalidad están en auge en muchos países, donde se registran sucesos que llenan de temor y consternación a la población. En nuestro país, el más alto mando político y los organismos de seguridad realizan los esfuerzos para llevar tranquilidad a la ciudadanía .

En otro contexto, Perú y Haití se mantienen como referentes de inestabilidad. En la nación andina, el autogolpe de Pedro Castillo y la llegada al Ejecutivo de Dina Boluarte suscitaron disturbios sociales de corte violento, con la participación del grupo terrorista Sendero Luminoso. En el vecino país caribeño la situación es más compleja, porque aparte de que el primer ministro Ariel Henry es interino, no hay Parlamento ni fecha para la celebración de las elecciones, el panorama económico y social es crítico, las bandas armadas han impuesto un statu quo, mientras que la comunidad internacional aún no decide como debe intervenir.

Desde otro punto de vista, cabe recordar los embates de los fenómenos naturales, con sequía en Europa y China, en ocasiones provocando incendios forestales; abudante lluvia en Australia; tormentas y huracanes en el Caribe, La Florida y Canadá; y en última instancia, los estratagos causados por la tormenta invernal Elliot en la zona de Búfalo y otras de Estados Unidos.

Por igual, el fenómeno de la migración, con la crisis en el corredor de Centroamérica, que tiene como destino final los Estados Unidos. Y que decir de la República Dominicana, con la presión que le crea el éxodo fluido y constante de la migración haitiana.

Como se aprecia, este ha sido un aňo bastante complejo para la humanidad, en un contexto donde prevalece la incertidumbre presente y futura en relación a temas neurálgicos para el desarrollo, la estabilidad y la convivencia pacífica entre naciones limítrofes, entre otras más distantes.

No podemos dejar de mencionar además, que la resiliencia es una capacidad intrínseca de los dominicanos, que se caracterizan por el optimismo, la cohesión y la búsqueda de soluciones cuando hay situaciones adversas, permitiéndole superar los retos y desafíos que les imponen la vida y las circunstancias. Queda esperar que nos traerá el 2023.

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