Hace aproximadamente cinco años decidí incursionar en la actividad política, con el objetivo de aportar mi experiencia de más de 50 años en el oficio de gestionar organizaciones y desde ahí promover los cambios estructurales que a mi entender necesita esta sociedad, por los cuales había abogado durante muchos años desde las entidades de la sociedad civil en las que había participado. Entendía en ese momento, que para alcanzar los cambios era necesario incorporarse a los estamentos donde se hacen las políticas públicas.
Ilusionado en ese propósito me incorporé al equipo de trabajo del precandidato Luis Abinader, y me asignaron la responsabilidad de dirigir el Gabinete Presidencial de campaña. La figura de esa estructura, dentro del marco de la dirección de la campaña, por novedosa y desconocida en el ambiente político local, causó una serie de conjeturas que nos encargamos de ir esclareciendo en el transcurso del proceso preelectoral.
Para mí, de la forma que lo interpreté, partiendo de la visión y objetivos planteados por el precandidato, era el sitio ideal para hacer mis aportes, a los objetivos del equipo y a la sociedad. Nos propusimos diseñar una organización que generara valor a la estructura de campaña existente, orquestada como un espejo de la organización del Estado dominicano e iniciamos a trabajar, entre muchas otras cosas, en el diseño de las políticas públicas que finalmente le dieron fundamento al Programa de Gobierno del Cambio.
Ese ejercicio me obligó a un intenso trabajo de más de 10 horas diarias, durante 7 días cada semana, que me permitió conocer mucho mejor la realidad social, política y económica del país, así como al Estado.
Con este espacio, que iniciamos hoy y de forma periódica, estaremos comunicando sobre las inquietudes, habilidades y conocimientos adquiridos en este proceso.
