La diversidad de los recursos naturales en los 160,000 km2 del área del Esequibo revive una disputa por el control territorial que desde hace casi dos siglos mantienen Venezuela y Guyana.
La gran cantidad de petróleo y gas, entre otros recursos naturales de gran valor estratégico, enfrenta a estas dos naciones vecinas, en momentos en que existe incertidumbre a escala global sobre la inestabilidad en los precios del también llamado oro negro, a raíz del conflicto bélico que tiene esencia en una zona de Medio Oriente.
Parte de la tirantez tiene su origen en las medidas adoptadas por Venezuela, que aumentó su presencia militar en la zona limítrofe y realizará un referéndum el 3 de diciembre de este año, planteando la creación de la provincia Esequibo y por ende la nacionalización de sus habitantes.
El presidente de Guyana, Irfaan Ali, advirtió que no cederá ni una pulgada del Esequibo, y pidió a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) frenar la consulta popular impulsada por Venezuela.
El tribunal internacional tiene la responsabilidad de dirimir sobre el conflicto, recordándose que en abril emitió una sentencia contra Venezuela, sobre el diferendo limítrofe con Guyana.
Cómo se aprecia, es un conflicto de amplias dimensiones, porque aborda no solo aspectos económicos, sino de soberanía e integridad territorial de dos naciones fronterizas.