La región de Sudamérica atravesaría por episodios de tensiones políticas y sociales que podrían involucrar a varios países, a propósito del diferendo entre Venezuela y Guyana por la zona de El Esequibo.
Surinam se sumaría a este conflicto, porque también le reclama a Guyana varias zonas territoriales, aunque en última instancia Venezuela es quien cobra relevancia mediática, por las iniciativas puestas en marcha por sus autoridades políticas, dando visos de que se avecinan tiempos borrascosos en las relaciones diplomáticas de esta área de Latinoamérica.
En tal sentido, las autoridades venezolanas militarizaron la zona limítrofe, mientras que sus homólogas guyanesas hicieron lo propio. Brasil, que en 2018 se vio involucrado en un episodio de este conflicto, también envió tropas a la zona norte del país.
El pasado domingo 3 de diciembre, en Venezuela se efectuó un referéndum consultivo que pasó de no ser vinculante a serlo, según las propias declaraciones del presidente, Nicolás Maduro, que se mostró envalentonado al conocer los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE), que estableció que sufragaron 10.554.320 de los 20.694.124 de ciudadanos habilitados para votar, y que más del 95 % está a favor de la anexión de El Esequibo. La oposición considera que hubo una gran abstención, que no fue cuantificada por el indicado órgano.
De su lado, las autoridades de Guyana asumieron la situación con ecuanimidad y moderación, indicando que estarán “vigilantes”, porque aunque dudan que Maduro ordene una invasión, puede hacer algo impredecible.
Para poder entender el trasfondo de esta compleja problemática, hay que saber que esta pugna por el control territorial se remonta a la época colonialista española, holandesa y británica, cuya soberanía no fue debidamente establecida, dando paso a una serie de interrogantes, tergiversaciones, dudas y vacíos jurídicos que derivan en conflictos esporádicos en los que incluso la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha tenido que intervenir.
Para que se tenga una idea más clara de las discrepancias existentes, las personas nacidas en la zona del Esequibo pueden tener doble nacionalidad, es decir, venezolana y guyanés.
En ese orden, no solo están en juego aspectos territoriales y de soberanía nacional, sino el acceso a una gran cantidad de recursos estratégicos en un área de 160,000 km2, donde hay una gran cantidad de petróleo, gas y diversos minerales, cuyas reservas cada vez son más necesarias ante la permanencia de conflictos armados en países considerados grandes productores, siendo el caso de Rusia y su ofensiva contra Ucrania; mientras que los ataques entre Israel, Palestina y El Líbano mantienen en vilo a esa zona de Medio Oriente, con el riesgo de que se alteren las cadenas de suministro del también llamado oro negro.
Finalmente, la Corte Internacional de Justicia tiene la responsabilidad de dirimir sobre el diferendo, aunque la adopción de una decisión puede tardar años, espacio en el que dicho conflicto tendría nuevas escaladas.
[…] que el conflicto de intereses no se ha hecho esperar en Guyana, pues las grandes reservas de petróleo en la zona del Esequibo han reavivado una lucha por asuntos territoriales que tiene más de un siglo con sus vecinos Venezuela y Surinam, teniendo […]