La crisis en Haití empieza a dar muestras de haber llegado a un punto de no retorno, porque las bandas armadas continúan desplegando su accionar de violencia y control de las áreas y recursos estratégicos de la nación, mientras que el liderazgo nacional no da indicios de unidad de criterios.
En el marco de este escenario convulso y bastante complejo, trasciende el discurso de corte violento del dirigente político Moïse Jean-Charles, máxima figura del socialista partido Platfòm Pitit Dessaline (Plataforma de los Hijos de Dessalines), quien al encabezar una protesta el pasado lunes 17 de octubre, supuestamente en la ciudad de Cabo Haitiano, instó a sus seguidores a “Armarse de machetes para dirigir la revolución”, declaraciones que se constituyen en una amenaza para las autoridades políticas del empobrecido país.
A todas luces, Jean-Charles busca perfilarse en el plano político, teniendo como soporte no solo su trayectoria como Alcalde, Senador y candidato presidencial que se había manejado con cierta prudencia, sino utilizando un discurso de corte tribal que coincide con la forma en que se gestiona y se hace política partidaria en Haití.
El dirigente, a su vez, procura llenar el vacío que se aprecia en el ámbito político partidario, pues hasta ahora no se ha perfilado un liderazgo que pueda articularse como el principal abanderado de la oposición que intenta sacar del poder al primer ministro Ariel Henry.
El discurso del dirigente Jean-Charles puede empezar a calar dentro de algunos sectores de la población, a propósito de como históricamente se ha comportado el pueblo haitiano y ante el estado actual de las cosas.
Viabilidad de la intervención en Haití
Un aspecto a tomar en cuenta, es que en el seno de la sociedad haitiana existen discrepancias sobre la viabilidad o no de una intervención, debido a las experiencias negativas del pasado. Esto podría generar manifestaciones sociales en respaldo o rechazo.
El tema forma parte del discurso político de figuras como Moïse Jean-Charles, quien está en contra de la intervención y así lo expresó en la protesta que lideró el pasado lunes; mientras que el periódico Listín Diario, en su edición del martes 18 de octubre, publicó el siguiente titular: “Exlíder golpista duda que EEUU intervenga ahora”, procediendo a reseñar las ponderaciones del excoronel Himmler Rébu, en relación a que “El primer país del área que se da el poder y el derecho interventor es Estados Unidos”, concluyendo que “En los próximos tres meses no se podrá apresurar a hacer una intervención militar en Haití porque, con las elecciones intermedias que se realizarán en su país, un solo soldado que muera en Haití sería una catástrofe política para la Administración de Joe Biden”.
Existe mucha incertidumbre sobre lo que va a pasar en Haití. Las bandas criminales se constituyen en una de sus principales amenazas internas y en un riesgo para los demás estados de la región, principalmente para la República Dominicana, para la que es impostergable redoblar la seguridad fronteriza con una oportuna labor de inteligencia, recurso humano y tecnología, en lo que el muro se convierte en una realidad.